Este es un tiempo de cambio.
Por Naara González.
Los jóvenes ya no son los mismos. Los adultos están entendiendo que la juventud de hoy pide respuestas. Como dijo un amigo, no somos la generación especial, aunque tenemos algo de espacial. Sin embargo, en esta generación hay hambre, hambre y sed de justicia, hambre y sed del Dios vivo. La iglesia también está cambiando. Los pastores se dan cuenta que las ovejas son exigentes, demandantes de todo, de tiempo, de atención, de cuidado. Y cuando ven que les das todo esto siguen pidiendo más para ver hasta donde llegas como pastor y para probar tu amor de padre. ¡Sí, hay cambios! El mundo actual también sufre cambios. ¡¿Cómo ves que ya no tenemos a Plutón como planeta?! Hay cambios, claro que los hay.
Pero hay cosas básicas que no podemos, ni debemos cambiar, mucho menos quitar de nuestra rutina diaria. La oración, la lectura de la palabra y la adoración, son tres de esas “cosas” que deben permanecer en nuestra vida diaria. El ayuno, es otra de ellas, quizás no diariamente, pero ¿por qué no una vez al mes cuando menos?
¿Cómo te sientes después de estar un tiempo adorando a Cristo Jesús? ¿No es esta la experiencia más hermosa que TODO ser humano debería vivir? ¿Cómo te sientes después de que descubres que eres tan valios@ como “la niña de sus ojos”? ¿Qué sucede cuando descubres que el perdón trae paz? ¿No es Jesucristo lo mejor que nos pudo pasar a ti y a mi? ¿Qué dices del poder que trae el ayuno? Experimentar esto y más viene por la permanencia en guardar y cuidar la lectura, la oración, la adoración y el ayuno.
Por tanto, si nuestra vida contiene estos 4 aspectos veremos cambios positivos en nosotros. No dudemos que si nuestra vida quita alguno de estos 4 aspectos veremos que los cambios positivos disminuyen. ¡Y peor aún cuando los quitamos todos! Cuando ya no tomamos en cuenta estos aspectos nuestra vida sin duda SEGUIRÁ CAMBIANDO, pero para nuestra propia perdición.
Demos a Dios lo que es de Dios. Nuestra vida es de y para Dios. Nuestro yo es para clavarlo en la cruz. Y como consecuencia nuestro futuro será un futuro de vida.
¡Digamos sí al cambio, pero al cambio positivo!
¡Cambia tu vida a través de no cambiar tus tiempos con Dios!
Comentarios: naara_lgo@hotmail.com

|