Conferencista: Igna Suárez. VIII Congreso de Pastores y Líderes Cristianos. Octubre 2006. Amistad de Puebla. Transcripción y comentario por: Naara Lizbeth González Oloarte.
las cinco vestiduras
Cuando la Biblia habla de vestiduras, está hablando de carácter. Proverbios 31:25. 25Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por venir.
Describiremos cinco clases de vestiduras que nos hablan de un proceso de carácter. Si vamos a entrar en la Gloria del Avivamiento tenemos que ser Líderes, Pastores y cristianos maduros de carácter.
I. primera vestidura: la vestidura de los sueños.
Génesis 37:2-3 2Esta es la historia de la familia de Jacob: José tenía diecisiete años y apacentaba las ovejas con sus hermanos; el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre de la mala fama de ellos. 3Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.
Su papá le hizo una vestidura de lo que veía en él, de lo que veía para él en su futuro. ¡Dios nos ha dado un tiempo de sueños! Cosas que parecen imposibles, pero que irán sucediendo con el paso del tiempo. Nosotros debemos mirar al futuro creyendo que es posible.
Pero José contó su sueño sin gestarlo, sin esperar el tiempo del proceso. Génesis 37:5. 5Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía. ¡Soñó dos sueños en total y los contó a sus hermanos! El sueño no era malo. Pero José hablaba con orgullo. José era inmaduro, habló el sueño. No lo gestó, no lo guardó, sino que lo soltó. No fue prudente, sino que la dijo y provocó la envidia de sus hermanos. Cuando hablamos antes de tiempo traemos humillación a otros, y les decimos inconscientemente: “tú no harás nada” y los lastimamos. Por el contrario cuando David recibió el sueño de ser Rey, David no lo dijo, sino que lo guardó. Hay un tiempo en que Dios mismo anunciará nuestros sueños.
II. SEGUNDa vestidura: la vestidura de sIERVO.
José aprendió a someterse, a obedecer. Él antes tenía siervos, pero ahora aprendió a ser un siervo. No se quejó ni le reclamó a Dios lo que le estaba pasando, sino que aprendió todo el proceso del servicio. Necesitamos desarrollar el corazón de siervo. No podemos estar sobre autoridad sino estamos bajo autoridad. Necesitamos tener a quién rendirle cuentas. Así es como Dios lima el carácter.
Génesis 39:10-18 12Entonces ella lo asió por la ropa, diciendo: —Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y salió. Esta mujer le quitó la 2ª vestidura, le quitó la dignidad y la honra.
III. tercera vestidura: la vestidura de preso. Génesis 39. 19Al oír el amo de José las palabras de su mujer, que decía: «Así me ha tratado tu siervo», se encendió su furor. 20Tomó su amo a José y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey; y allí lo mantuvo.Es la vestidura de puertas cerradas. Es la vestidura de la Soledad porque en la cárcel se vive una profunda soledad. Es un tiempo donde las personas hablan mal de nosotros, nadie nos invita a sus congregaciones, nos dejan en soledad. Los mejores amigos nos dan la espalda y creen lo que no es. José podía sentir que había perdido todo y no se defendió. Se gozó en hacer en la cárcel lo que tenía que hacer.
IV. LA CUARTA VESTIDURA: LA VESTIDURA DE SUS OPORTUNIDADES.
Génesis 41. 1Aconteció, pasados dos años, que el faraón tuvo un sueño. Le parecía que estaba junto al río, 14Entonces el faraón envió a llamar a José; lo sacaron apresuradamente de la cárcel, se afeitó, mudó sus vestidos y vino ante el faraón. 15El faraón dijo a José: —Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; pero he oído decir de ti que oyes sueños para interpretarlos. 16Respondió José al faraón: —No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia al faraón. Dios le recordó al Copero acerca de José. José pasó la prueba, porque respondió: No está en mí. José era ya otro y estaba listo para cumplir con el propósito que Dios le había encomendado. La demora no está en Dios, sino está en mí. ¿Cuál es mi actitud?
V. LA QUINTA VESTIDURA: DE LA HONRA, DE AUTORIDAD. LAS PLUMAS DEL GANSO.Es a la que Dios nos quiere llevar. Esta es la vestidura ideal. Génesis 41:37-38. 37El asunto pareció bien al faraón y a sus siervos, 38y dijo el faraón a sus siervos: — ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? A donde nosotros caminemos debemos proyectar a Dios, no por fingimiento, sino porque Dios está en nosotros. El Faraón dijo: ¿A quién pondré en el Gobierno? Sólo a alguien en quien el Espíritu de Dios esté con Él.
Génesis 41:42. 42Entonces el faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir de ropas de lino finísimo y puso un collar de oro en su cuello. 43Lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaban delante de él: « ¡Doblad la rodilla!». Así quedó José sobre toda la tierra de Egipto. ¡Puede que otros, en quienes confiaste, te quitaron la Honra, pero hoy Dios te da la Honra!
Es la vestidura de la Autoridad, es la que nos llega cuando no pisoteamos, cuando no lastimamos, cuando no abusamos, ni pisamos a otro que está bajo mi autoridad. Cuando tomamos autoridad sin estar listos, tomamos un puesto que Dios nos ha dado, nos volvemos Faraones que herimos a las Ovejas y que dañamos. En la quinta vestidura, ejercemos la autoridad con humildad y mansedumbre como Cristo la ejerció. ¡En esta vestidura entendemos por qué tuvimos que pasar por todo eso! Aquí entendemos que fue Dios quien tenía un plan y un propósito.
Comentario personal: Finalmente podemos concluir que había pecado en la vida de José, mas Dios conocía que el orgullo de su corazón era por la falta de madurez en su vida, y Dios sabía exactamente lo que José necesitaba para ser formado y útil para los propósitos divinos por los que José estaba en esta tierra. Esto mismo lo he vivido yo y no reaccioné en el tiempo oportuno de la manera correcta. José supo esperar aunque en momentos mostró su falta de preparación para ser levantado por Dios. Sé que Dios me está preparando y cada cosa que he vivido tiene propósito porque soy Su Hija. Todo lo que vivo y lo que he vivido tiene propósito divino, él quiere formarme a su Imagen. Quiere que ante cualquier circunstancia yo reaccione correctamente con humildad, con mansedumbre, con dominio propio, gozo, paz, etc.
¡Ya con eso tengo para vivir todos los días de mi vida!
¡Espero conocer tus comentarios de lo que Dios te habló!
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